Mamá, quiero ser diseñador

El otro día desayunando hablábamos de las etapas que hemos pasado desde que empezamos en esta profesión del diseño gráfico, de lo pardillos que éramos, y la de palos que nos han dado (y los que quedan). Después hablamos de lo que nos gustaría llegar a ser/hacer en nuestras carreras y las posibilidades de llevarlo a cabo. Nos deprimimos bastante y acabamos cambiando de tema, todo fuera porque la tostada no se nos atragantase. Es curioso como casi todos hemos pasado por lo mismo (hablo de mi generación, 79-80). Aquí os dejo la clasificación con las 4 etapas, desde que naces hasta que mueres como diseñador.

1. Estudiante

Crees que molas y te vas a comer el mundo, aunque todo lo que estudies no te sirva para nada (de esto te darás cuenta años más tarde). En mi caso, que vengo de la publicidad, este hecho es aún más notorio.
– ¿Qué estudias?
– Publicidad (pecho henchido)
– Y…¿eso de qué va?
– … (silencio incómodo)
– ¿Como periodismo?
– Sí, sí, como periodismo

Afortunadamente el tema de la formación ha cambiado, cada vez hay más cursos, másters y grados donde puedes adquirir una formación muy completa. Es el caso de UNIBA, y su Grado en Diseño. Os recomiendo echar un vistazo si no tenéis plan para los próximos 4 años.

2. Becaman

Ya has salido de la facultad, verde como una lechuga, sin portfolio pero con muchas ganas. Has hecho algunos cursos de diseño. Es la época de presentarte a concursos que crees que vas a ganar de calle, de trabajar gratis y de impresionar a la gente con la última tipo grunge que te has bajado de dafont.
– No te vamos a pagar, pero es una oportunidad para ti, esto lo va a ver mucha gente.
– Donde hay que firmar.
– ¿Firmar? no, no, esto no va así chico…

En esta época tienes más ilusión que otra cosa. Eres un adicto al diseño, en casa coleccionas todo tipo de material gráfico (no puedes pagarte libros) y guardas todas las muestras físicas de lo que haces con orgullo: folletos, tarjetas de visita, carteles. Entre tus colegas no diseñadores (es decir, todos) eres Dios, el tuerto en el país de los ciegos. Tú hablas de gente como Mariscal (no conoces el nombre de ningún otro diseñador) y ellos dicen con tono condescendiente que eres un moderno.

3. Junior

La cosa va bien, empiezas a tener contratos y la gente te empieza a tomar en serio (aunque no tanto como tú crees). Empiezas a hacerte un porfolio, por supuesto nada de plantillas HTML o WP. De mockups ni hablamos. En esa época trabajas con un programa que se llama Freehand (pegar dentro, ese concepto) ¿recuerdas? Te juegas la vida con un degradado y un arte final pesa más que 5 temporadas de The Walking Dead. Era la época de enviar DVDs por mensajería. Crees en las agencias de publicidad y quieres cambiar el mundo con un cartel, fuck yeah!
– ¿En tu curro jugáis al ping-pong?
– No.
– Nosotros en la agencia sí.
– ¿Y a qué hora salís?
– Touché.

4. Senior

Los años te han curtido, te desenvuelves bien, tienes cierta reputación (bueno, no) y no te falta trabajo, aunque no siempre te paguen bien por ello. Tus amigos siguen creeyendo que te pagan por pensar y hacer dibujos, que te quejas por gusto, y que sigues siendo un moderno con pantalones cagados. Es la época de la crisis existencial. Se acercan los 40 y te preguntas:
– ¿Me veo con 60 años haciendo esto?
Ante la falta de una respuesta clara, te prometes a ti mismo no volver a hacerte esa pregunta nunca más. Eres crítico con lo que haces, echas la vista atrás y te ríes de proyectos que has hecho, y con los que pensabas que eras el puto amo. Proyectos que has hecho hace no mucho, por cierto.

 

En fin, seguro que alguno de mi quinta se ha sentido identificado estos 4 estados. ¿Cuáles son vuestras aportaciones? Animaos y comentad!  XD

Jose Quirós

Diseñador gráfico con sede en Sevilla especializado en branding y packaging. Puedes ver más acerca de mi trabajo en www.jmquiros.com

Quizás también te interese

Así fue la Cháchara de Agencias re-presentando

Tricycle Studio, visualizaciones CGI de alta gama para diseños de packaging

Brain Mash: una comunidad de artistas y diseñadores rusos

Mayuko Kanazawa, una diseñadora multidisciplinar con gran proyección de futuro

13 thoughts on “Mamá, quiero ser diseñador”

  1. jajaja como la vida misma, generación 78, plenamente identificado, jajaja las fuentes de dafont jaja touche

  2. :DDD pero qué bueno! y qué cierto todo! me ha encantado lo de «pegar dentro, ese concepto» qué olvidado lo tenía por dios!!

  3. Joder somos todos iguales 😀 Bueno no, yo todavía no he conseguido que me medio paguen bien, no encuentro la p**a fórmula, ¡pero sigo probando eso sí!

  4. Es gracioso que a todos nos pase lo mismo, las etapas y lo que ocurre en cada una de ellas… No solo los de tu generación, yo soy del 89 y aún así me siento identificado.

    Mi humilde consejo a todos los diseñadores es que no perdamos las ganas, que con esfuerzo y amor a nuestro trabajo conseguiremos algún día un trabajo bien pagado….o no jeje

    Saludos a todos!

  5. jajajaja si, todos nosotros siempre seremos perdedores y una tristeza para nuestros padres. Lastima que nos falte el valor para suicidarnos. Me identifico con todo lo que escribiste, gracias por el post.

  6. Ajajaja!! Me encanta lo de «Tus amigos siguen creeyendo que te pagan por pensar y hacer dibujos, que te quejas por gusto, y que sigues siendo un moderno con pantalones cagados».
    En el clavo con todo oigan…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.