Entrevista al ilustrador y director de arte José Luis Ágreda, patrocinado por BenQ
Artista con un sello muy personal, José Luis Ágreda lleva cerca de 25 años dedicado a la ilustración en todas sus posibles variedades: editorial, prensa, publicidad, cómic, diseño en animación, dirección de arte… Curtido en las páginas de prensa, formó parte del equipo habitual de El País Semanal durante dos décadas, y ha colaborado en grandes cabeceras como Fotogramas, Cosmopolitan, o Qué Leer. Publicando de manera semanal y de forma ininterrumpida cómics durante casi veinte años en la revista satírica El Jueves, su novela gráfica Cosecha Rosa ganó el prestigioso premio a Mejor Obra del 2001 en el Salón del Cómic de Barcelona, así como en el de Madrid del mismo año.
En el campo de la publicidad ha trabajado para grandes agencias y participado en campañas para Apple, Movistar, Wacom, Ferrero Roché, o Loterías del Estado. Su obra se ha publicado en las principales editoriales (Planeta, Santillana, Espasa, Richmond, Pearson, Aguilar…) y destaca en el campo de la ilustración infantil la colección de su personaje Carla para la editorial Timun Mas (Planeta) que alcanzó con éxito los quince títulos. En el cine de animación, destaca su trabajo como Director de Arte en el galardonado largometraje Buñuel en el Laberinto de las Tortugas, por el que fue nominado en su categoría en los premios cinematográficos andaluces ASECAN de 2019, y por el que obtuvo el premio en el Festival de Cine de Calanda. También ha trabajado como director de arte de la serie de animación Viking Skool en el estudio irlandés Cartoon Saloon, para Disney TV.
Actualmente se vuelve a encargar de la dirección de arte de otro largometraje de animación, Robot Dreams del director Pablo Berger, para Arcadia Motion Pictures. El proyecto ya está terminando la pre-producción y pronto entrará en fase de producción.
¿En qué proyecto andas metido ahora mismo?
Actualmente estoy trabajando en la película de animación de Pablo Berger titulada «Robot Dreams». Llevamos un año trabajando en el Storyboard mientras al mismo tiempo desarrollo mi labor como Director de Arte de la película (definiendo el estilo, y supervisando el diseño de localizaciones y personajes).
La verdad es que disfruto enormemente en esta película y aunque echo de menos continuar con alguno de mis proyectos personales, me absorbe tantísimo que no tengo tiempo para nada más.
Para nosotros fue un honor contar contigo en nuestro calendario de 2018. Ese año andabas con la dirección de arte de la película «Buñuel en el laberinto de las tortugas» Sabiendo que has trabajado para Disney ¿Dirías que hay muchas diferencias entre la animación española y la de EEUU?
Antes de trabajar en «Buñuel en el Laberinto de las Tortugas», mis colaboraciones en proyectos animados había sido como freelance, así que sólo veía de forma muy parcial y limitada el desarrollo de un proyecto animado, dentro o fuera de España.
Aparte de los presupuestos, evidentemente, creo que la principal diferencia está en la producción: en estudios con más experiencia los procesos son más claros y están testados en producciones anteriores. En España, al haber tan poca producción, es difícil que los mismos equipos continúen de una a otra y parece que siempre se está en el punto de partida.
El año pasado estuve trabajando en el estudio irlandés Cartoon Saloon, como Director de Arte de una serie para el canal Disney («Viking Skool»). Allí pude comprobar los beneficios de una producción continuada en la que los procesos de producción favorecen a la creación.
¿Cuál ha sido tu proyecto más completo? aquel con el que te sientes más realizado y orgulloso.
Puedo decir que estoy muy contento de la exposición que realicé para la Diputación de Sevilla, Héroes de Ágreda, en la que rendía homenaje a mis personajes de cómic favoritos. Me permitió desarrollar un estilo personal de forma totalmente libre, y la recepción de la misma fue muy positiva. Además iba envuelta en el diseño de Manuel Ortiz y los textos de José María Conget, así que no podía estar mejor acompañado.
Pero al mismo tiempo, el trabajar en equipo en una película como «Buñuel en el Laberinto de las Tortugas», a las órdenes de Salvador Simó, y con un equipo a mi cargo tan maravilloso como el que tuve, también me produce un gran orgullo. El trabajo colectivo lejos de sentirlo como algo menos personal, me satisface profundamente como artista.
Ahora mismo, creo que la película «Robot Dreams», en la que he participado tan activamente desde el inicio del proyecto, se incorporará a esa lista de trabajos de los que estoy orgulloso. La siento muy afín a mi sensibilidad tanto en lo gráfico como en lo temático.
¿Cómo afrontas un proyecto de ilustración y uno de animación? ¿Qué peculiaridades tiene cada disciplina? ¿en cuál te sientes más cómodo?
La verdad es que el planteamiento es similar, es mas una cuestión de escala. Siempre pienso en el cliente (aunque a veces, en proyectos personales, el cliente sea yo mismo). Qué necesita y de qué manera puedo solucionar sus problemas con mi creatividad. En un proyecto de ilustración los problemas son menores siempre (target, fechas, formato…), y en animación todo crece, y es necesaria una buena planificación.
Una diferencia con la que no contaba cuando empecé como Director de Arte es la necesidad de transmitir al equipo de manera clara lo que buscas, de simplificar las instrucciones, las guías de trabajo para que el producto final esté realmente cerca de lo que tienes en mente. Esto supone un trabajo intenso de auto análisis y de conceptualización que no es necesario en trabajos personales en los que tu visión va a ser realizada por ti mismo.
¿Qué beneficios te aporta trabajar con un monitor profesional respecto a trabajar con un monitor convencional?
Cuando dependes tanto del aspecto final de tu trabajo, es indispensable saber que puedes confiar en lo que estás viendo y no tener que imaginar cómo puede quedar. En este sentido, trabajar con un monitor de calidad y bien calibrado ayuda mucho a sentirse seguro. En el estudio hay mucho monitores y a veces el trabajo varía sensiblemente de unos a otros, así que como supervisor, me conviene tener al menos uno constante y fiable en el que finalmente testar los resultados.
Para un ilustrador es importante una visualización precisa del color. ¿Cómo ha sido trabajar con el monitor BenQ PD2725U?
Como decía antes, disponer de un monitor de referencia sobre el que tomar decisiones facilita mucho la tarea. A veces, sobre todo hace años con monitores mucho menos fiables, uno desarrollaba una especie de sexto sentido sobre lo que estaba viendo en pantalla, adelantándose a los problemas que iba a haber en imprenta y tomando decisiones intuitivas basándose en esas hipótesis. Es mucho más sencillo centrarse en lo que se está viendo sabiendo que es el resultado final.
La posibilidad de trabajar con diferentes calibraciones, accesibles de manera sencilla con el Hub, me ha gustado mucho. Cuando cambias de trabajar para papel a trabajar para pantalla de manera habitual, es muy práctico tener ese acceso rápido a tus configuraciones favoritas.
¿Cómo has integrado el BenQ PD2025U en tu equipo? ¿Has obtenido mejoras gracias a su conectividad?
La verdad es que inicialmente la conectividad no es lo que me ha resultado más intuitivo. En el estudio trabajaba con un iMac algo antiguo, y una tableta Huion, y el añadir un tercer monitor me ha dado algunos quebraderos a mi pre-tecnológica cabeza. Cambiando a un Mac Mini mucho más reciente, con conexiones más modernas, todo ha resultado mucho más inmediato, así que ésa es finalmente la configuración que he dejado.
¿Ha cambiado en algo tu flujo de trabajo?
Habitualmente dibujo mirando permanentemente a la tableta (a veces Wacom, a veces Huion) y en la fase de color es cuando miro más a menudo mi segundo monitor (el iMac habitualmente) para ir comprobando el resultado. Trabajando con el BenQ PD2725U, me he dado cuenta de que durante esa fase de color, miro mucho más a menudo este monitor, trabajando a veces con la tableta como si fuera una tableta gráfica sin pantalla. Eso es debido a todo lo que he comentado anteriormente, a esa tranquilidad que produce tener una referencia fiable. Además de que la precisión y resolución, y el acabado mate sin brillos, hacen que sea muy descansado para los ojos.
La regulación de altura y ángulo del monitor es muy cómoda y más versátil de lo que esperaba, con lo que encontrar la posición más adecuada es sencillo y cómodo cuando quieres mostrar el trabajo a otros compañeros o clientes, o cuando estás trabajando habitualmente. Con el iMac, por ejemplo, moverlo o girarlo siempre es incómodo y con pocas posibilidades. Esto es algo que cuando trabajo en mi propia oficina es innecesario, pero cuando trabajo como supervisor y tengo que enseñar resultados al equipo es realmente práctico.
Finalmente, diría que con esta configuración (Mac mini, tableta Huion, monitor BenQ) he encontrado un flujo de trabajo muy relajado y fiable con el que poder centrarme en los resultados.
BenQ PD2725U, un monitor con una precisión excepcional para profesionales del diseño
El BenQ PD2725U es un monitor de 27” con un panel UHD 4K sin biseles, que muestra más de mil millones de colores y ofrece una conectividad Thunderbolt 3 ultrarrápida para transferencia de datos, vídeo, audio y energía.
Cuenta con tecnología AQCOLOR de BenQ, que ofrece una reproducción precisa, lo que se traduce en una visualización del color exactamente tal y como se pretende que aparezca.
Cada PD2725U viene precalibrado individualmente, con un informe de certificación que garantiza un rendimiento de color realista, y cuentan con la verificación de Calman y la validación de Pantone.
Características pensadas para ofrecer eficiencia a los diseñadores
Una pantalla versátil que es divisible. La función foto en foto (PIP) y foto a foto (PBP) le permiten personalizar su flujo de trabajo. El tamaño de pantalla gigante del PD2725U abre infinitas posibilidades.
Un único control para dos sistemas. Con el PD2725U puedes visualizar y controlar el contenido de dos sistemas de PC diferentes en una pantalla usando un teclado y un ratón para ahorrar espacio y aumentar la eficiencia del trabajo.
Hotkey Puck G2, una botonera con accesos directos que hace que navegar por la configuración de la pantalla sea sencillo y cómodo.
Conectividad ultrarrápida con Thunderbolt 3 a través de dos puertos USB-C con suministro de energía de 65 W. Esto le permite ampliar el contenido en hasta dos monitores 4K mientras transfiere audio, vídeo y datos sin de forma fluida.
Diferentes modos que se adaptan a tus necesidades, como el CAD/CAM, el modo de animación, el modo darkroom o el DualView entre otros…
EyeCare, una tecnología que cuida de tu vista y reduce la fatiga ocular, para garantizar mayor comodidad en largas jornadas de trabajo.
BenQ PD2725U, un monitor de grado profesional y atractivo universal. Si tú también quieres probarlo, puedes comprarlo aquí.