Este cambio había pasado desapercibido para muchos, entre ellos yo. Hace unos años se convocó un concurso público a través de la página web de la Guardia Civil. El único requisito para participar en el concurso era no tener relación alguna con el jurado, formado por miembros de la propia institución. El premio para el ganador era de 3.000 euros, un segundo premio 1.000 y dos áccesit de 500 euros. Aquí puedes ver el fallo del jurado.
El ganador fue Entre Líneas, un estudio fundado por Mónica Villoslada y Oscar Luis con sede en Logroño, donde se dedican a proyectos integrales de diseño gráfico e interiorismo.
Llevaron a cabo la actualización del emblema histórico del cuerpo, simplificando y regularizando la composición de sus tres elementos: haz de líctores, espada y corona real. Rediseño de la rotulación de los vehículos policiales atendiendo a criterios de modernización, diferenciación y mejora de la visibilidad diurna y nocturna.
La nueva imagen puede verse ya en vehículos, pero ni siquiera está presente en los canales oficiales de la Guardia Civil ni en sus redes sociales. Parece que la implantación y conocimiento por parte del gran público está siendo más lenta de lo esperado a tenor de lo que podía esperarse dada la magnitud del cambio, muy bien ejecutado bajo mi punto de vista.
El haz de líctores es un símbolo romano que representa autoridad. Los líctores eran funcionarios públicos que durante el periodo republicano de la Roma clásica se encargaban de escoltar a los magistrados curules, marchando delante de ellos, e incluso de garantizar el orden público y custodia de prisioneros, desempeñando funciones que hoy podríamos identificar con la «policía local». Por esta razón, muchas fuerzas policiales en la historia se han inspirado en el haz de líctores para diseñar sus escudos.
Más info: entre-lineas.es